LA CASA DEL SOL - RASAL MÁGICO

El pasado 17 de marzo de 2017 nos dirigíamos a Bugarach, un enclave mágico, místico y misterioso, situado en pleno corazón del País Cátaro, al sureste de Francia.
Los Seres de las Estrellas nos habían indicado, hacía ya unos meses, que debía realizarse un nuevo encuentro en estas tierras francesas con la intención de enlazar energéticamente este poderoso lugar con Monte Perdido. Comenzábamos de este modo a enlazar Europa a este proyecto de luz, paz y amor, en el que nos encontramos inmersos trabajando desde hace ya un par de años. Todo estaba preparado por los Seres de las Estrellas y, la Hermandad Blanca Intraterrena, nos estaban esperando.
Habíamos dado amplia cobertura a este viaje de contacto en España y muchos sintieron el llamado en sus corazones a participar de este nuevo encuentro. No sería nada “extraña” la respuesta de los amigos de España, pues son muchos los amigos y amigas comprometidos con éste y otros trabajos por la paz. Lo “curioso” nos llegaría desde Francia.
Una chica francesa, Elisa Bellanger, nos escribió al descubrir que íbamos a ir a Bugarach a realizar un encuentro. Nos comentó que para esas mismas fechas, un grupo de personas francesas había sentido reunirse también en Bugarach, y que les gustaría conocernos si era posible. Comenzamos a intercambiar correspondencia y no fue ésta la única sorpresa.
En España tenemos un amigo, Marcos Amadio, con el que habíamos comentado en alguna ocasión sobre sus amistades en Bugarach. Justo estas amistades eran parte del grupo de personas francesas que habían sentido, de igual modo, ese llamado desde hacía tiempo.
Llegaba la tarde del viernes y aunque no todo el grupo de contacto que venía desde España había llegado, los allí presentes fuimos tomando contacto con la energía de la zona. La tarde estaba algo gris y con una niebla húmeda que no acompañaba.
Sobre las 20 horas, el grupo de españoles que nos encontrábamos a escasos kilómetros de Bugarach, tomamos nuestros vehículos y nos dirigimos al encuentro de estos amigos franceses, en Bugarach. Cristalina y otros amigos y amigas, nos esperaban en casa de Jean Jacques. Fue un encuentro muy especial, sólo de corazón.
A causa de la amistad que nos une con Marcos Amadio y éste a su vez con parte del grupo de franceses, le pedimos participara de este encuentro, a la vez que hiciera de intérprete, aunque hay cosas que se dicen sin palabras.
Pasamos el resto de la tarde-noche compartiendo inquietudes ambos grupos. La toma de contacto, España - Francia, estaba siendo magnífica, enriquecedora para todos y se estaba formando una energía hermosa que nos acompañaría el resto del fin de semana.
Como las previsiones climatológicas en Bugarach para el sábado no eran buenas, Jean Jacques nos ofreció su espacio, su hogar, para poder reunirnos allí mismo a la mañana siguiente y pasar el día trabajando y compartiendo juntos la experiencia. Por supuesto aceptamos. Además, su casa, quedaba enfrente del Pico de Bugarach. ¿Dónde mejor podíamos pasar el sábado trabajando que en aquella casa, con aquellas vistas y con los nuevos amigos?
En la mañana del sábado, ya nos habíamos encontrado el grupo de españoles al completo en el camping donde nos habíamos alojado, y juntos, fuimos de nuevo a casa de Jean Jacques donde nos estaban esperando.
Preparamos el espacio para poder realizar las meditaciones, mantralizaciones y otros trabajos de proyección que había preparados para esa mañana y tras una de las mantralizaciones se produjo el primer contacto, dos mensajes simultáneos llegaron a la reunión.

“Querido hermano:
Bienvenidos sean a este sagrado lugar. De nuevo nos ponemos en contacto con todos ustedes. Gracias por hacer posible esta unión entre pueblos. La luz brilla más allá de todos ustedes, expandiéndose por el mundo.
Cada uno de ustedes sintió el llamado a formar parte de esta expansión de energía de la Chintamani. Recuerden que muchos ya estuvieron aquí antes en contacto con ella, otros lo harán este mismo fin de semana, pero el plan tiene un curso, como el río que viaja por la tierra regándola y aportando energía y vida, ustedes serán portadores de ella. Allá donde vayan será su regalo.
Esta noche nos presentaremos ante ustedes, de nuevo, como en otras ocasiones y les entregaremos personalmente su energía.
Recuerden... es el compromiso de tiempos que todos volvieran a reunirse; cada uno aceptó su vida; que siempre estamos ahí, junto a ustedes; que nunca dejaremos de apoyar a nuestros “hermanos”.
Chintaman es paz, paz para el corazón. Es creación, creación del mundo que ustedes decreten. Es responsabilidad y compromiso humano y cósmico con la energía que todo lo creó.
Amor para todos.
Azuel desde Monte Perdido.”

(Mensaje de Diego Cintas)

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“Bienvenidos hermanos a esta tierra.
Bugarach es llamada así por su luz entre la oscuridad.
La piedra Chintamani se haya en sus corazones desde siempre. Deben saber que hacer con ella en todo momento. La dimensión en la que se encuentra es para que no sea hallada y no corra peligro. Su energía perdurará en el lugar para siempre.
La unión entre ustedes es un hecho y así fue pactado desde hace eones.
Reunifiquen criterios, sean conscientes de lo que ello significa. Unan Europa con el resto de la Tierra. Sus cuerpos perfectos deben modificar el ADN, siendo libres de pensamiento y obra. España y Francia se han unido y deben trabajar juntos.
Esta noche deben venir limpios de pensamientos y serán recibidos por nosotros. Manténganse así, unidos y siendo hermanos con un gran corazón.
Con AMOR, Amblel.”

(Mensaje de Rosa González)

Volviendo atrás en el tiempo, hacía algo más de un año que habíamos tenido una reunión en Monte Perdido junto a otros amigos, una reunión especial pues Chintamani se hizo presente y conectó con cada uno de los allí presentes. Fue entonces cuando recibimos comunicación para realizar este encuentro que en Bugarach nos tenía ocupados este fin de semana.
Meses después, viajamos por primera vez a este enclave de poder para conectarnos y reconocer el lugar in situ. Evidentemente no teníamos idea de lo que los Seres Intraterrenos de Bugarach nos tenían preparado, aunque con la experiencia que habíamos vivido en Monte Perdido hacía tan sólo 15 días, uno aprende a no sorprenderse y a estar siempre dispuesto a recibir lo que la vida nos trae.
La tarde continuó con el trabajo de preparación y al llegar la noche, nos desplazamos todos juntos, españoles y franceses, hasta los pies de la montaña de Bugarach. Allí nos preparamos para recibir lo que nos habían ofrecido, la energía de la Piedra de Chintamani, para poder ir sembrándola y compartiéndola allá por donde vayamos.
Dispuestos en círculo, comenzamos a mantralizar para elevar nuestra vibración y prepararnos para el contacto. Pronto la energía del lugar cambió y tras el grupo fueron apareciendo varias energías de estos seres del mundo intraterreno.
Terminando la primera ronda de mantras y tras una meditación silente nos pusimos en pie, en círculo, con las manos extendidas y comenzamos de nuevo con los mantras. Había llegado el momento. Fue entonces cuando estos seres nos fueron haciendo entrega de la Chintamani.
Era la primera vez que se nos ofrecía algo así y tan especial, pero nos dejamos fluir. Comencé a andar por dentro del grupo, dentro del círculo, cuando comencé a ver una luminosidad en las manos de mis compañeros y compañeras. Me dí cuenta que aquella luminosidad era la energía de Chintamani y uno a uno fue ayudándoles a todos a integrarla en sus cuerpos a través del corazón.
Fue una experiencia muy hermosa ver allí a estos amigos comprometidos y cómo se les entregaba tan especial regalo. Un regalo que nos une, no sólo al grupo, sino cómo en representación de todos, desde allí se hacía extensible al resto de la humanidad.
Tras la experiencia nos retiramos a descansar y a meditar sobre lo sucedido.
La mañana del domingo se presentaba con buen tiempo. El cielo se había ido despejando desde la noche y los rayos de sol comenzaban a calentar de nuevo aquel lugar y nuestros cuerpos.
Como la climatología lo permitió nos acercamos a la falda de la montaña de Bugarach a terminar el encuentro, mantralizando y meditando. Cerramos el fin de semana uniendo energéticamente este enclave de poder con Monte Perdido, tal y cómo se nos había solicitado, e irradiando luz, paz y amor a nuestro querido planeta y a todos los que él vivimos, sin olvidarnos de todos aquellos otros mundos y seres que cohabitan junto a nosotros en Gaia.
Tras el cierre, comida de hermandad y despedida. Un hasta pronto pues de nuevo volveremos a reunirnos España y Francia para seguir y cumplir con el plan.
Un abrazo de corazón.

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