LA CASA DEL SOL - RASAL MÁGICO

Llevaba ya unos meses sintiendo que este encuentro no iba a ser como los anteriores. Los Seres de las Estrellas con los que mantenemos contacto estaban interesados en dar un paso más allá en nuestras relaciones con ellos, buscando un contacto más directo con nosotros, los humanos, en este privilegiado enclave.
Encuentro tras encuentro, el contacto y el acercamiento de estos seres a nosotros se viene haciendo más patente, más próximo. Dialogando con estos Hermanos de las Estrellas nos comunicaron la necesidad de contactar con los grupos de contacto que vamos habitualmente a Monte Perdido, siendo éste un primer paso para un encuentro abierto con todos aquellos humanos que van preparándose para esta circunstancia, que vienen haciendo su camino interior, su crecimiento como seres humanos libres de ataduras mentales.
Como es habitual en estas fechas de septiembre, el Pirineo cambia su clima, se acerca el otoño y con él, las primeras lluvias de la temporada. Ya en otras ocasiones nos habíamos encontrado en Monte Perdido con climatología adversa y este año no iba a ser menos. A sabiendas de esto, con los partes meteorológicos adelantados a la fechas del encuentro, habíamos reservado una sala donde poder reunirnos el grupo de contacto en caso de lluvia.
Ya el viernes por la tarde fue llegando el grueso del grupo de contacto y como siempre, nos preparamos y armonizamos física, mental y energéticamente, para lograr de este modo un mejor equilibrio individual y grupal.
El día había sido largo para muchos. Trabajo profesional y viaje hasta el norte de España. En Monte Perdido nos aguardaban los seres que en este lugar habitan, dispuestos también a tener un contacto con nosotros, a ayudarnos en nuestro proceso personal, a ser también parte de este grupo entregado de corazón y comprometido con la humanidad.
Tras los trabajos de relajación y armonización nos retiramos a descansar. Al día siguiente había mucho por hacer. El clima nos iba a acompañar y debíamos aprovechar esta circunstancia para prepararnos para la noche, momento en el cual debíamos hacer una práctica de contacto indicada por los Seres de las Estrellas.
A la hora acordada nos reunimos de nuevo para dirigirnos al lugar indicado para seguir con los trabajos. El Valle de Pineta, con las majestuosas montañas que lo envuelven, nos esperaba. Meditaciones y mantralizaciones, nos ayudarían a seguir subiendo nuestra vibración personal y grupal, en un grupo entregado ya desde el primer momento.
Llegaron algunas comunicaciones ya por la mañana del sábado que compartimos a continuación.

“El contacto se está preparando... A las once estad muy atentos.
Gracias por vuestra labor. Estáis abriendo la puerta dimensional. Vuestro entusiasmo, vuestra dedicación, vuestra entrega a la labor, está llegando a que recojáis los frutos.
Os estamos ayudando, asistiendo en vuestros procesos internos.
Muchos códigos se están abriendo.
Soltad el pasado, los viejos programas se están ya cambiando.
Una nueva vida se abre ante vosotros, una vida basada en la unidad con el Todo y en el Amor Universal.
Dad el salto, sólo vosotros podéis hacerlo, vosotros mismos antes ya lo habéis estado construyendo.
El contacto se va a dar, quizá más a nivel personal.
Abriros al sentir y dedicaros a gozar.”

(Mensaje de Inmaculada B.)

Al mediodía descanso para alimentarnos. Por recomendación de los Seres de las Estrellas debíamos llevar una alimentación liviana y así lo hicimos. Cada cual sintió cómo se encontraba y actuó en consecuencia. Esto nos ayudó para el trabajo de la tarde y el posterior “encuentro” que viviríamos a la noche durante la práctica de contacto que realizaríamos.
Ya tras el descanso retomamos el trabajo con nuevas meditaciones y mantralizaciones. También se recibieron algunos mensajes telepáticos que a continuación compartimos.

“Querido hermano:
Esta noche descenderemos entre ustedes. Sigan trabajando. El nivel de compromiso y entrega de sus queridos hermanos es grande. Aproveche esta circunstancia y oriénteles esta noche para que aquellos que han de cruzar el umbral entre ustedes y nosotros puedan realizarlo.
Todos sentirán nuestra presencia. Recuerde que cada uno vive su proceso de despertar de una forma distinta, que cada uno tiene su tiempo, su momento.
Apóyenles a todos. Confíen en ustedes mismos. Ya están listos para reunirse con las estrellas y de este modo comprender que este tiempo y espacio que ahora compartimos es fruto de sus trabajos tras largas existencias.
Recuerde, tal y como le dijimos, de explicar cual es el motivo de nuestro encuentro, de que Monte Perdido es la puerta a las estrellas.
Cada uno de ustedes comprenderá la verdad, sabrá reconocer el camino que debe seguir, que los únicos pasos son los que se han andado.
Sigan trabajando. Nos sentimos orgullosos de ser sus hermanos.
Con AMOR, Antarel.”

(Mensaje de Diego Cintas)

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“Bienvenidos hermanos sean a este lugar de recogimiento.
Monte Perdido es propicio para tener un encuentro cercano. Mantralicen, mediten, alcancen una vibración alta para que llegada esta noche nos podamos encontrar. Estaremos aquí mismo dentro del bosque. Vengan limpios y sin pensamientos. Vuestras almas están alcanzando una gran magnitud.
Desde siempre hemos estado esperándoles, sientan cada uno en su interior quienes son. La humanidad les requiere despiertos para así poder llevar todo ese poder allá donde sea necesario. Primero entren en contacto con ustedes mismos para después estarlo con nosotros.
Allá donde vayan, allá estamos. Allá donde estén, saquen su luz, su fuerza, su sabiduría.
Azuel (Regente de Monte Perdido).”

(Mensaje de Rosa González)

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“El sol emite energía fotónica que os ayuda a elevar la vibración, junto con los mantras hace que os ayude a conseguir esa vibración necesaria para entrar en el interior y que el contacto se vaya dando a través del Amor.
Estáis tejiendo una red interplanetaria.
Todo empieza en la nada y acabará en la nada.
Dentro de vosotros está la Chintamani.
Dentro de vosotros está la verdad.
Dentro de vosotros está el vehículo que llevará a donde queráis viajar.
Dentro de vosotros está la luz, la paz.
Preparad los instintos para entrar en la atemporalidad, el encuentro ya se está dando.
Antarel con vosotros ya está.
Todos formamos parte de lo mismo, Da igual de donde seamos, de Sirio, de Pléyades, de Alpha Centauro.
Cuando sintáis que sólo sois uno, todo habrá terminado, el velo se habrá descubierto y en otro plano estaréis ya vibrando.”

(Mensaje de Inmaculada B.)

Llegaba el final de la jornada y nos retirábamos a descansar un par de horas, antes de volver de nuevo al punto de encuentro con los Seres de las Estrellas y los Maestros Intraterrenos de la Hermandad Blanca.
Las diez de la noche y de nuevo, nos poníamos en marcha el grupo de contacto para dirigirnos al lugar donde nos habían citado. Una vez llegados a la explanada donde habíamos estado trabajando a lo largo del día nos sentamos de nuevo en círculo y retomamos la mantralizazión. Ya se notaba allí mismo el trabajo que durante todo el día habíamos realizado, pero no todo termina ahí.
Eran casi las once de la noche cuando comenzamos a mantralizar y a los pocos minutos una luz intensa surcaba el cielo sobre nuestra vertical, a poca altura. Tal y como habían indicado a través de comunicación, los Seres de las Estrellas se hicieron manifiestos.
Comprobamos a posteriori que aquella luz no fuese la ISS (Estación Espacial Internacional) ni ningún otro tipo de objeto terrestre (Satélite). Y fue corroborado. Según nuestros programas informáticos ningún objeto visible surcaba el cielo en aquellos momentos.
Tras la primera serie de mantras, Ivika me comunicaba que debía acercarme a solas al lugar donde posteriormente se realizaría el “encuentro”. Así dejé al grupo que siguiera mantralizando y levantándome de la silla me fui hasta el lugar acordado.
Conforme me acercaba sentí la presencia de varios seres en los alrededores hasta que finalizando el recorrido, Ivika, de nuevo se dirigía a mí. Dándome las últimas instrucciones para la práctica de contacto me indicó que de nuevo volviera con el grupo y que cuando lo sintiera podríamos comenzar la práctica, que el lugar y ellos ya estaban preparados.
Así lo hice, e indiqué al grupo que durante la práctica era importante mantener la mantralización, de seguir desde la distancia apoyando energéticamente al grupo que en cada momento estuviera viviendo su experiencia personal. Y así lo hicieron.
En pocas ocasiones he visto tantra entrega, compromiso y amor en un grupo de contacto. Lo sucedido después fue gracias a todos.
De siete en siete fui llevando a los componentes del grupo hasta el lugar de la práctica. Allí sentados cada cual en su silla, de espaldas al resto de compañeros y separados por una distancia prudencial comenzamos a mantralizar de nuevo. Cada cual hasta que sentía debía detener su mantralización y quedar en silencio, sintiendo y conectando con su interior, sin esperar nada, ni siquiera la presencia de los hermanos de las estrellas.
Mientras tanto permanecería sentado junto a ellos, en aquel lugar, observando lo que alrededor iba sucediendo, lo que sucedía entre los siete allí sentados, lo que sucedía... Uno a uno fueron pasando todos los grupos por aquel lugar, teniendo su experiencia personal, que más tarde se convertiría en una experiencia grupal.
La práctica duró algo más de tres horas, en las que diversos sucesos pudieron experimentarse, tanto en los grupo de siete como en el gran grupo de apoyo. Cada cual vivió su propia experiencia, algunas muy intensas y reveladoras, emocionantes, enriquecedoras, e incluso se removieron emociones muy personales de algunos de los componentes del grupo. La energía fluyó.
Fue una emoción personal poder vivir todos aquellos sucesos en primera persona. Al acompañar presente a todos los participantes puede experimentar mi propio contacto con todos los seres que se manifestaron durante la práctica. Los Seres de las Estrellas se manifestaron en tierra, tal y como nos habían indicado, seres de diferentes alturas y morfologías. También lo hicieron los Maestros Intraterrenos de la Hermandad Blanca, así como los guardianes del mundo intraterreno, los Sunkies.
También se pudieron observar repetidas veces luces de diversos colores y tamaños desplazándose por los alrededores, entre los árboles (caneplas). Y la ya habitual cúpula de energía que envolvía tanto el lugar de la práctica como al grupo de apoyo.
Al terminar la práctica recogimos nuestros útiles y volvimos de nuevo a nuestros lugares de descanso. Justo en ese momento la cúpula de desvaneció y sentimos la sensación de las bajas temperaturas que realmente había en aquellos momentos nocturnos en Monte Perdido.
A la mañana siguiente, domingo, compartimos las experiencias vividas durante la práctica. Muchos tuvieron la misma experiencia, tanto con unos como con otros seres. Muchos vieron también las caneplas orbitando a nuestro alrededor. Y algo que fue común para todos fue esa sensación de “atemporalidad” que nos habían comunicado.
El tiempo transcurrido no se correspondía con el tiempo vivido, pues a todos les dio la sensación de que habían transcurrido sólo unos pocos minutos desde el comienzo de la práctica de contacto hasta su finalización. Ellos controlaban el tiempo de la práctica. Cada vez que terminaba el ejercicio con el grupo se retiraban para dar de este modo por finalizada la práctica. Realmente cada sesión duró entre quince y veinte minutos, a solas en aquel lugar escogido, pero todos tuvieron esa sensación de que acaban de comenzar cuando ya terminaba la práctica.
Como dije, cada cual vivió su propia experiencia, pero todas ellas nos hicieron vibrar en sintonía con el lugar y entre nosotros.
Al mediodía hicimos como es habitual un trabajo de irradiación planetaria por la paz, para y por la humanidad, entregando todo nuestro amor y el recibido de estos seres, que a lo largo del fin de semana tanto nos aportaron y tanto nos ayudaron a estar sintonizados.
Ha sido un paso más para ese deseado encuentro con la humanidad, esta vez en Monte Perdido, y seguiremos trabajando para que en nuestro próximo encuentro sea más cercana la realidad de un mundo de paz.
Un abrazo de corazón.

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