ENCUENTRO EN RASAL
“Unidos por la Paz”
20, 21 y 22 de marzo de 2015
EL PASADO FIN DE SEMANA NOS REUNÍAMOS DE NUEVO EN LA CASA DEL SOL PARA CELEBRAR UN NUEVO ENCUENTRO BAJO EL LEMA: “UNIDOS POR LA PAZ”. ASÍ NOS ENCONTRAMOS UN GRUPO DE PERSONAS DISPUESTAS A APORTAR NUESTRA ENERGÍA CON UN MISMO PROPÓSITO, IRRADIAR NUESTRO QUERIDO PLANETA Y A NUESTRA HUMANIDAD, PARA DECRETAR UN NUEVO MUNDO EN PAZ.
Ya comenzábamos el fin de semana con un eclipse de sol parcial del que disfrutamos la mañana del viernes. Al anochecer, la primavera llegaba al hemisferio norte. Energías del cosmos que nos acompañarían en nuestros trabajos de conexión interior y de irradiación al planeta.
Aunque el pronóstico meteorológico indicaba que durante todo el fin de semana nos iba a estar acompañando la lluvia, ésta brilló por su escasez.
Durante el eclipse fuimos uno de los pocos lugares de España desde donde hubo la posibilidad de contemplarlo y fotografiarlo en su totalidad. La mañana del viernes se presentaba prácticamente despejada y no fue hasta que terminó el eclipse que comenzó a cubrirse el cielo con nubes. Cabe destacar que durante varios días estuvimos en casa proyectando energía para que durante el eclipse no hubiera interferencia de las nubes. ¿Casualidad?
Por la tarde del viernes ya dimos comienzo al encuentro. El cielo ya cubierto por completo de nubes nos llevaba hasta la noche entre meditaciones y mantralizaciones, dirigidas a elevar la energía personal y grupal. Nos preparábamos para el trabajo del sábado. Decretamos vivir el fin de semana sin lluvia para poder tener la experiencia de conectarnos a través de Rasal con los Hermanos Intraterrenos de Monte Perdido, así como con los Hermanos Cósmicos.
La mañana del sábado llegaba de nuevo cubierta de nubes. Aún así pudimos salir al campo al trabajar y conectarnos con el lugar. De la lluvia tan anunciada... ni rastro.
Mañana de conexión con la Hermandad Blanca en Rasal. Por la tarde, ascenso a la montaña y de nuevo conexión con la Hermandad Blanca para trasladarnos energéticamente desde Rasal a Monte Perdido, donde realizaríamos ese trabajo por la paz del mundo. Todo perfecto.
Antes de comenzar el trabajo de irradiación por la paz, un cielo cubierto de nubes y frío. Al terminar, alzamos la vista al cielo y sobre nuestras cabezas un cielo azul nos acompañaba, además la temperatura a nuestro alrededor había cambiado desde el comienzo del trabajo para volver el frío tras el cierre del mismo. ¿Qué más se podía pedir?
Ya el domingo por la mañana nos conectamos con los Hermanos Cósmicos para seguir con nuestro trabajo de crecimiento como humanos. Para terminar, iluminamos nuestro querido planeta con toda la energía que a lo largo del fin de semana, habíamos estado recibiendo en La Casa del Sol, tanto de Gaia como del Cosmos.
Un fin de semana de un trabajo intenso, interior y exterior, donde tuvimos la oportunidad de aportar nuestra luz e intención en algo tan esencial en estos momentos que vivimos. La paz se hace cada vez más necesaria para todos juntos poder vivir la gran experiencia de SER HUMANOS.
Un abrazo de corazón.
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